Hungría está situada en el corazón de Europa, en la cuenca de los Cárpatos. Limita al norte con Eslovaquia, al este con Ucrania y Rumanía, al oeste con Eslovenia y Austria, y al sur con Croacia.

El río Danubio (el segundo más importante de Europa siguiendo al Volga) atraviesa el país de norte a sur a lo largo de 410 km. Nace en el Bosque Negro de Alemania y después de recorrer 2.860 km, muere en el Mar Negro de Rumanía. El segundo río en importancia es el Tisza con un recorrido superior a los 500 km. El Danubio divide el país en dos zonas completamente diferentes: la Gran Llanura en la parte oriental, y la Transdanubiana, al oeste.

Hungría cuenta con lagos importantes también. Entre ellos el más conocido es el Balaton con una superficie de casi 600 km² y una longitud de 78 km. Es uno de los lagos más grandes de Europa.

Es un país llano, muy pocas colinas son las que sobrepasan los 1.000 m de altitud. El pico más alto es el Kékes (al noroeste de la capital) en los Montes Mátra, con 1.015 m.

Con una superficie de 93.030 km² (que es un 1 % de la superficie total de Europa) se divide en 19 provincias y tiene menos de 10 millones de habitantes. Sus tierras son muy fértiles y aptas para la agricultura, lo que unido al buen régimen de precipitaciones, dota de elevado potencial al sector. Un 18 % lo constituyen bosques.

En cambio es un país relativamente pobre en recursos minerales. La principal fuente de energía es el petróleo que se produce en la región de la Llanura (Alföld). La producción de electricidad se basa en una central nuclear y siete térmicas. La minería es poca, y está obsoleta con la excepción de la bauxita y del uranio.

Su forma de estado es república parlamentaria con una sola cámara