Excursión a San Andrés (Szentendre) – guía turística Budapest
Durante esta excursión a San Andrés (Szentendre) – con una guía turística Budapest – conocéis un pueblo muy pintoresco a unos 20 kilómetros de Budapest. Su encantador centro histórico de estilo barroco está lleno de cafés, pastelerías, terrazas, iglesias, museos, galerías y como no… tiendas de artesanía. Recorremos las calles y callejuelas del pueblo y visitamos el museo de Cerámica de Margarita Kovács; uno de los museos más conocidos de Hungría.
San Andrés tiene un cierto aire mediterráneo, debe su fama a los monumentos levantados por las familias serbias, dálmatas y griegas que, procedentes de los Balcanes. Estas familias se establecieron en esta zona en el siglo XIV cuando venían huyendo del advance del imperio otomano.
Gracias a ciertos privilegios reales que permitían a los refugiados conservar su religión y levantar sus propias iglesias. Así surgieron varios nucleos de población en las cercanías de Budapest de los que aún se conservan maravillosos recuerdos. Entre otros los cuatro templos ortodoxos, dos católicos y uno protestante que hay en la ciudad.
La antigua plaza mayor esta flanqueada por un precioso conjunto de edificios construidos por los comerciantes serbios en el siglo XVIII. La cruz barroca de hierro que hay en el centro de la plaza fue mandada levantar por estos mismos comerciantes para dar gracias por el término de una epidemia de peste. Por la calle trasera de la plaza se encuentra la Pinacoteca de Szentendre, que presenta obras de diferentes artistas nativos y de la colonia que se ha establecido en la ciudad.
En la Plaza de Templo se sitúa el Museo Béla Czóbel. Aprovechad el paseo hasta la iglesia para visitar este museo donde se exponen las obras donadas por este artista (1883-1976) a su ciudad natal.
Continuando nuestra excursión a San Andrés (Szentendre), cerca de la plaza principal en la colina de la iglesia se encuentra la Iglesia Parroquial. Romántica tardía y gótica en su origen, como puede apreciarse en algunas ventanas, fue reconstruida en el siglo XVIII confiriéndola el estilo barroco que hoy podemos ver. En la pared exterior hay que destacar un ¨gnomon¨ del siglo XIII. Las pinturas de la capilla gótica han sido realizadas por el colectivo de artistas residente en la ciudad Desde el jardín circundante se tiene una vista espléndida de las casas, patios, callejuelas y escalinatas de los barrios cercanos, típicamente mediterráneos.
Vemos una de sus iglesias ortodoxas, la Blagovesztenszka de estilo barroco, construida por el arquitecto austríaco, Andreas Mayerhoffer en 1752. En el interior admiramos el precioso iconostasio de madera pintada de oro, con las imágenes de la Virgen, de Santa Elena y de los Apóstoles. También es conocida como el templo griego por la lápida sepulcral con una inscripción en griego que hay junto a la puerta.
En la calle Rákoczi hay una Iglesia protestante. Antiguamente llamada de Opovacka es otra muestra más del arte ortodoxo del siglo XVIII. Estas iglesias recibían generalmente el nombre de la región de la que procedían los refugiados que las construían.
La Iglesia de Belgrado en medio de un jardín, se puede ver en la calle Alkotmány. Esta iglesia ortodoxa, de la segunda mitad del siglo XVIII, presenta un maravilloso iconostasio barroco de madera labrada. Fijaos también en su altar de mármol rojo, su púlpito rococó y las puertas de hierro forjado.
Museo de cerámica Margit Kovács. Una visita obligatoria, acompañados por guía turística Budapest, ya que no se puede dejar de ver la interesante obra de esta original ceramista (1902-1977) que supo armonizar las formas tradicionales con las más modernas. El edificio, construido por un rico comerciante en el siglo XVIII, ya por si solo se merece también una atención especial. Presenta una puerta labrada en un precioso marco de piedra, un ventana rococó y un bello patio interior.
A unos tres kilómetros al noreste del casco urbano esta el Museo Etnográfico al aire libre. En este museo se pretenden recoger todos los tipos de viviendas rurales húngaras.
Antes de volver a Budapest hay tiempo libre para un paseo relajado, o para comprar artesanía como bordados, madera tallada, porcelana, cerámica, cristalería, joyas y bisutería de ámbar, de piedras preciosas y semipreciosas y de plata… y muchas cosas más.
