La historia de Hungría empieza con los celtas que fueron primeros en habitar el territorio de la actual Hungría. Les siguieron los romanos que permanecieron aquí hasta el siglo V y formaron una provincia dándole el nombre de Pannonia. La capital fue Aquincum (actualmente Óbuda), y las ciudades más importantes fueron: Sopiane (Pécs), Savaria (Szombathely), Scarbantia (Sopron), Arrabona (Győr) y Solva (Esztergom).
Los magiares procedentes de Asia llegaron en el siglo IX atravesando los Cárpatos. Las tribus estában dirigidas por Árpád que logró ocupar la cuenca del Danubio. Fueron convertidos al cristianismo en el siglo X. El primer rey del estado húngaro fue Esteban I de la dinastía de Árpád que fue coronado en el año 1000 y canonizado tiempo después. Esteban – con el asentamiento definitivo de estas tribus nómadas – pudo conseguir que no desapareciéramos de la paleta de la historia, como pasó con otros pueblos que no fueron capaces de adaptarse.
En el siglo XIII sufrimos la invasión de los mongoles que dejaron el país destruido y despoblado. Después de expulsarlos en 1242 el Rey Béla IV tuvo que reconstruir Hungría, y mandó a fortalecer a los puntos más altos y más estratégicos del país y se contstruyeron los primeros castillos modernos (el primero en el monte de Visegrad, donde se establece la capital).
Los Árpád dieron paso a la dinastía Anjou. Después de Carlos Roberto, su hijo Luis el Grande es el que subió al trono, y con él Hungría tuvo tierras bañadas por tres mares: el Báltico, el Adriático y el Negro. Se estableció la capital en Buda y se fundaron las Universidades de Buda (1389) y de Pécs (1367).
En la mitad del siglo XV se produjo un primer ataque de los turcos pero fueron expulsados por el general Hunyadi, padre de Matías Corvino.
Un nuevo ataque se produjo en 1526 en el que derrotaron a los húngaros. El país quedó tripartido. Hungría actual fue el territorio ocupado por el Imperio Otomano, pero en Transilvania pudo seguir floreciendo la cultura húngara. Al final del siglo XVII se fundó la Santa Liga y el ejército de los Habsburgo, ayudado por otros ejércitos europeos logró recuperar los territorios sometidos y en 1686 los turcos fueron definitivamente expulsados.
Liberados del poder otomano, los húngaros se vieron sometidos al de los Habsburgo de Austria contra el que siempre se revelaron. La revolución más importante la tuvimos en 1848 que se terminó con una derrota trágica, pero por fin en 1867 se firmó un Compromiso entre Hungría y Austria, por la cual la nación húngara tuvo que ser considerada miembro de pleno derecho dentro del imperio. Nació el Imperio Austro-húngaro y en el mismo año Francisco José I e Isabel (Sisi) se coronaron como Reyes de Hungría.
Finalizada la Primera Guerra Mundial, en Hungría se proclamó la república, pero se vio obligada a ceder parte de su territorio (Transilvania, Croacia y Eslovaquia) a las potencias vencedoras.
En la Segunda Guerra Mundial con el gobernador Horthy el país entró a formar parte del grupo formado por Alemania, Italia y Japón. Finalmente en abril de 1945 Hungría se hizo un miembro más del bloque de países socialistas y se proclamó la República Popular húngara en 1946.
Los húngaros se rebelaron constantemente contra el régimen impuesto por los soviéticos. En 1956 tuvo lugar una importante revuelta dirigida por el aperturista presidente Nagy. La revolución fue aplastada, e Imre Nagy fue ejecutado. A partir de 1968 los dirigentes húngaros tomaron medidas económicas que se alejaron cada vez más de los dictados soviéticos.
En 1989 nació la República Húngara y en 1990 se convocaron las primeras elecciones libres. En 2004 Hungría entró a la Comunidad Europea.